viernes, 6 de febrero de 2015

Porque todos los caminos llevan a Roma y Roma al revés es amor

La mayor de las guerras que se pueden producir en el interior de una persona es entre sus sentimientos y su razón. ¿A quién se debe “escuchar”? ¿Es el miedo el que nos tortura, el que nos controla y nos somete? ¿O es la cabezonería de no querer reconocer que escogimos mal? Sea como fuere está permitido equivocarnos, porque todos los caminos llevan a Roma y Roma al revés es amor. Si no lo encuentras hoy, lo encontrarás mañana o al otro. No hay prisa. Tienes toda la vida por delante, recuérdalo.




















       Esa angustia que se siente cuando llegas a los 20 y no tienes pareja. Ese fatídico momento en el que te reúnes con tu familia y surge LA PREGUNTA (en mayúsculas chillonas como hace Grey para intimidar y dar énfasis a la situación). Creo que sabréis de qué pregunta hablo… “¿cuándo vas a tener novio? Mira que se te va a pasar el arroz”. Ese momento en el que te apetece tirarles el plato a la cabeza. “¡Si solo tengo 20 años! ¿Cómo se me va a pasar el arroz?” Es lo único que eres capaz de decir.

La soltería es una de las mejores etapas de la vida. Para aquellos obsesionados en tener pareja que no sois capaces de ver el lado positivo de la situación, yo os lo diré: poder hacer lo que te dé la real gana sin darle explicaciones a nadie. ¡¿No veis el alivio que supone eso?! Irte de fiesta con tus amigos, ponerte lo que quieras sin el run run típico del clásico “cari, vas muy corta, ¿no crees? Ponte algo más largo”. Claro, ahora mismo me pongo el traje de neopreno… ¡Ay no, que es muy ajustado!

Qué momentos de felicidad se viven sin tener pareja, pero claro, luego llega el romántico (o romántica) empedernido del grupo desprendiendo arcoíris por la boca y melocotones en almíbar por las orejas y te dan ganas de callarle con una dosis de realismo. Te controlas, con mucho trabajo eso sí, pero te controlas. Esa situación donde te dan ganas de esconder la cabeza cual avestruz para no seguir escuchando. 

      No os indignéis enamoradizos y enamoradizas. El amor es muy bonito, pero estamos en el siglo XXI y hay ciertas cosas que ya no gustan. Aunque he de reconocer que el detalle de que venga tu chico con una carta, una rosa y una caja de bombones a tu casa sin avisar. Con tu peli favorita y te proponga un sábado entero de manta y sofá siempre gusta. Pero hay que ingeniárselas, porque estamos en una etapa de la vida donde no queremos las cosas fáciles. Lo común aburre y lo diferente gusta. Por desgracia de esto último cada día estamos en más decadencia... Por eso hay que disfrutar de la VIDA, sin la necesidad de tener a una persona al lado para ser feliz. Porque la felicidad está dentro de uno mismo y eso nadie te lo puede arrebatar.



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