miércoles, 23 de julio de 2014

Escoger, fallar y rectificar


    ¿Alguna vez habéis sentido que no podéis más? ¿Que hagáis lo que hagáis todo, absolutamente todo, os sale mal? ¿Os sentís solos a pesar de estar rodeados de gente? ¿Que aunque chilléis con toda vuestra alma nadie os escucha porque estáis inmersos en un vacío eterno? ¿Os sentís al borde de un precipicio, de un laberinto, de un rompecabezas donde ninguna de vuestras piezas encajan? ¿Que no encontráis la manera de solucionar vuestros problemas? ¿Pensáis que vuestra vida es un  barco a la deriva que viaja sin comandante ni timón? ¿Os sentís como una veleta que se mueve al ritmo que marca el viento? Todos, alguna vez en su vida, en alguna de las etapas del crecimiento, se han sentido así. Lo común es tener estas sensaciones en una de las épocas más complicadas para nosotros, la adolescencia… Aquí es donde cada uno decide el camino que va a escoger… No sabe si es el adecuado o no, pero es momento de equivocarse.
La vida es eso, escoger, fallar y rectificar. Escoger, fallar y rectificar… Es así hasta que un día tu corazón deje de latir. Hasta que mueras. Mientras vives tienes la opción de equivocarte, pero la valía de una persona reside en la medida en que cada uno es capaz de reconocer sus errores, de crecer como persona. Esto no significa cambiar la personalidad que a cada uno nos caracteriza y nos hace especiales, no. Crecer significa mejorar y mejorar es sinónimo de madurar. Ambos van de la mano. En esto ayuda tener un sueño, una meta, un reto por el cual luchar. Donde dejar todas nuestras energías y todas nuestras ganas. Porque tener un sueño te hace grande. Un sueño significa tener una razón por la cual seguir viviendo… Sin una buena razón o una buena motivación, ¿de qué te sirve “vivir”? Si no la tienes no estás aprovechando tu tiempo. Recuerda… para mañana quizás sea tarde. Porque los refranes españoles, que son muchos, siempre tienen razón… “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Así que ya sabes, búscate un sueño, una meta, un reto, una ilusión por la cual levantarte cada día con fuerzas de tu cama. Algo por lo que tengas ganas de sonreír y tener esperanzas en la vida. Porque vivir es lo mismo que ser feliz, si no eres feliz debes cambiar algo, ¿no crees? Empieza por cambiar lo que no te guste de ti y así estarás más cerca de lo que todo el mundo desea, pero a la vez es inalcanzable, la felicidad