¿Alguna vez
habéis sentido que no podéis más? ¿Que hagáis lo que hagáis todo, absolutamente
todo, os sale mal? ¿Os sentís solos a pesar de estar rodeados de gente? ¿Que
aunque chilléis con toda vuestra alma nadie os escucha porque estáis inmersos
en un vacío eterno? ¿Os sentís al borde de un precipicio, de un laberinto, de
un rompecabezas donde ninguna de vuestras piezas encajan? ¿Que no encontráis la
manera de solucionar vuestros problemas? ¿Pensáis que vuestra vida es un barco a la deriva que viaja sin comandante ni
timón? ¿Os sentís como una veleta que se mueve al ritmo que marca el viento? Todos,
alguna vez en su vida, en alguna de las etapas del crecimiento, se han sentido
así. Lo común es tener estas sensaciones en una de las épocas más complicadas
para nosotros, la adolescencia… Aquí es donde cada uno decide el camino que va
a escoger… No sabe si es el adecuado o no, pero es momento de equivocarse.
La vida es
eso, escoger, fallar y rectificar. Escoger, fallar y rectificar… Es así hasta
que un día tu corazón deje de latir. Hasta que mueras. Mientras vives tienes la
opción de equivocarte, pero la valía de una persona reside en la medida en que
cada uno es capaz de reconocer sus errores, de crecer como persona. Esto no
significa cambiar la personalidad que a cada uno nos caracteriza y nos hace
especiales, no. Crecer significa mejorar y mejorar es sinónimo de madurar.
Ambos van de la mano. En esto ayuda tener un sueño, una meta, un reto por el
cual luchar. Donde dejar todas nuestras energías y todas nuestras ganas. Porque
tener un sueño te hace grande. Un sueño significa tener una razón por la cual
seguir viviendo… Sin una buena razón o una buena motivación, ¿de qué te sirve “vivir”?
Si no la tienes no estás aprovechando tu tiempo. Recuerda… para mañana quizás
sea tarde. Porque los refranes españoles, que son muchos, siempre tienen razón…
“no
dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Así que ya sabes, búscate
un sueño, una meta, un reto, una ilusión por la cual levantarte cada día con fuerzas
de tu cama. Algo por lo que tengas ganas de sonreír y tener esperanzas en la
vida. Porque vivir es lo mismo que ser feliz, si no eres feliz debes cambiar
algo, ¿no crees? Empieza por cambiar lo que no te guste de ti y así estarás más
cerca de lo que todo el mundo desea, pero a la vez es inalcanzable, la felicidad…