Recuerdos.
Recuerdos que trasladan a aquel 11 de julio del 2010. Recuerdos de nervios,
ganas, ilusión, emoción, miedo y esperanza. Recuerdos de una España volcada con
su Selección. Recuerdos de la marea roja, de ese rojo furia que caracteriza a
España. Recuerdos que provocan un escalofrío por todo tu ser. Recuerdos
imborrables y que no tienen precio.
Sudáfrica
siempre va a ser uno de los lugares que se recuerden con más cariño entre los
españoles. Johannesburgo todavía más. Ese estadio repleto donde el rojo y el
naranja bañaban sus gradas. España contra Holanda, solo podía ganar una. El
fútbol es muy poco agradecido, ambas sabían que a la derrotada se la olvidaría.
Se olvidaría sus proezas, su fútbol, su victoria por alcanzar algo que pocas
selecciones consiguen: llegar a una final de un Mundial.
El inicio
Ambas
llegaron doblegando a todos sus rivales. España tuvo un comienzo difícil a
causa de la derrota por 0-1 que sufrió frente a Suiza. Ninguna selección en la
historia de los mundiales había conseguido el título después de perder el
primer partido. Pero en el fútbol ya se sabe: las estadísticas están para romperlas y eso es lo que hizo La
Roja. A partir de aquí todo fueron victorias y creando un buen juego.
El partido
frente a Chile era a vida o muerte. Tras conseguir una victoria contra Honduras
por 2-0 tan solo valía ganar para pasar a los octavos de final. Y así fue.
España se creció después de las críticas que recibió por su ‘vergonzosa’
derrota en el primer encuentro. Resurgió de sus cenizas y enamoró a toda la afición
con su pletórico juego. Villa e Iniesta se encargaron de que la selección
llegara al descanso con un 0-2 favorable en el marcador. Pero Chile es una
selección dura a la que no es fácil ganar. Lo demostró nada más comenzar la
segunda parte, pues en el minuto 47 Millar anotó un 1-2 que ponía contra las
cuerdas a La Roja. Este es el último partido en el que Iker
Casillas sacaba un balón de las redes de España.
La presión los hace fuertes
A pesar del
nerviosismo fueron capaces de controlar la ansiedad y cerrar el pase a los
octavos de final con buenas sensaciones. Allí se enfrentaron a la Portugal de
Cristiano Ronaldo, Coentrão, Bruno Alves o Hugo Almeida. Fue un partido controlado
por España, quien salió mostrando sus intenciones de hacerse con la victoria.
En los primeros 6 minutos ya tuvo 3 ocasiones de gol (2 de David Villa y otra
de Fernando Torres). A pesar de esta superioridad no lograban plasmarla en el
marcador. No fue hasta el minuto 63 cuando El
Guaje mandó el Jabulani a la red
gracias a un pase de Iniesta. Se trató del primer gol que recibió Portugal en
todo el campeonato. Un gol que les condenó a la eliminación.
España
lograba el billete a los cuartos de final. Ilusión, esperanza y ganas, estas
son las sensaciones que recorrían los cuerpos de los futbolistas españoles. ¿El
rival? Paraguay. Como venía siendo habitual también se sufrió, y mucho. Hasta
el minuto 83 España estuvo con el alma en vilo, pegado a la pantalla de sus
televisores con la confianza de que les darían una alegría: el pase a las semifinales.
El partido fue duro y complicado. España no encontraba su juego, mientras que
Paraguay acechaba la portería de Casillas. La primera ocasión hispana no llegó
hasta el minuto 28. Xavi lanzó un potente disparo que salió desviado. Y así
finalizó la primera parte: con Paraguay controlando muy bien a España.
La segunda
parte fue todo lo contrario. Se convirtió en un partido de esos que odian los
entrenadores: un partido loco. El árbitro pitó un penalti a favor de Paraguay
por un agarrón de Piqué a Cardozo en el minuto 55. El delantero se encargó de
su lanzamiento, mientras que Iker Casillas se convertía en el salvador y
protector de la portería. El de Móstoles adivinó la trayectoria y detuvo el
penalti. La locura estaba garantizada. La siguiente jugada lo corroboraba, pues
en un contragolpe de España se pitó otro penalti. Alcaraz derribó a David Villa
dentro del área y el árbitro no dudó en señalar la pena máxima. Xabi Alonso era
el escogido para anotar, y así fue, aunque varios jugadores invadieron el área
forzando la repetición. Una repetición que falló, pues el Justo Villar también
detuvo el penalti español.
A partir de
aquí el partido se revolucionó e Iniesta creó la jugada de la victoria después
de irse de 3 jugadores Paraguayos. De nuevo El
Guaje se encargó de dar la victoria a España después de que Pedro disparara
y el esférico rebotara en el poste. Pero esto no era coser y cantar, también
hubo tensión hasta que el Jabulani
decidió entrar. La pelota rebotó en el poste derecho, luego en el izquierdo y
ya se durmió en las redes. Al final del partido Casillas volvió a convertirse
en el héroe cuando atajó al final del encuentro una doble jugada de los
paraguayos de manera sensacional. España
llegaba a las semifinales.
El clímax del fútbol
Otra vez
Alemania en el camino español. El destino quiso que se volvieran a enfrentar los
finalistas de la Eurocopa del 2010. La
Roja estaba demostrando partido a partido su papel como favorita en este
mundial. Este encuentro lo dominó de principio a fin España. Con buen juego,
posesión del balón y calidad en sus jugadas lograron el pase a la final. Hasta
el minuto 73 no se plasmó en el marcador la superioridad hispana. El tiburón
español, Carles Puyol, fue el encargado de volar más que nadie y de cabecear el
córner sacado por Xavi Hernández. La locura cubrió toda España que no podía
creerse que se llegara a la final y de esta manera tan espectacular. Por primera vez en la historia de los
Mundiales, España llegaba a la final.
Después de
4 días de espera llegó el día que todos los españoles recordarán: 11 de julio
de 2010. Un estadio: Soccer City. Una hora: 20:30. Un rival: Holanda. Una
alineación: Iker Casillas; Sergio Ramos,
Carles Puyol, Gerard Piqué, Joan Capdevila; Sergio Busquets, Xabi Alonso, Xavi
Hernández, Andrés Iniesta, Pedro; y David Villa. Todo estaba preparado para
lograr la gloria eterna. Una oportunidad única que no se podía dejar escapar. A
la hora dicha Howard Webb pitó el inicio del fin.
El partido
de nuevo comenzó con la superioridad española, quien demostraba su claridad y su propio estilo de juego. Por el
contrario, los holandeses mostraban su forma combativa y luchadores. La primera
ocasión llegó del lado rojo gracias a un cabezazo de Sergio Ramos que detuvo
Stekelenburg. Poco a poco Holanda iba nivelando las ocasiones recurriendo a los
centros y disparos de media distancia. La primera jugada con peligro de los
tulipanes llegó en las botas de Arjen Robben. Un disparo bajo y esquinado que
Casillas mandó a córner. Con un 0-0 se llegó al descanso.
En la
segunda mitad España volvió a demostrar su autoridad controlando la posesión del
esférico, mientras que Holanda esperaba en su campo apostando por los
contragolpes para anotar el gol de la victoria. De esta forma llegó la ocasión
más peligrosa: en el minuto 62 Robben tiene un mano a mano con Casillas. Todo
apuntaba a que Holanda iba a adelantarse en el marcador, pero El Santo tenía preparada otra de sus
paradas imposibles. Con su pie derecho desvió lo justo el balón para que no
entrara en la portería. España estaba con los nervios a flor de piel y Casillas
se alzó como héroe nacional.
España
también creó ocasiones, pero ninguna acabó en la red. El partido agonizaba y la
prórroga no pudo evitarla ninguna de las dos selecciones. Pero al fin llegó.
Llegó ese ansiado gol soñado por todos. Todos los jugadores desearían anotar el
gol que le dé un Mundial a su selección, y en este caso fue Andrés Iniesta el
que lo logró. Después de una gran jugada de Jesús Navas, el balón le llega a
Cesc Fábregas quien ve a Iniesta a su derecha y le pasa el balón. En ese
momento el tiempo se para y todo transcurre muy despacio. El de Fuentealbilla
recibe el Jabulani y dispara poniendo
toda su alma en ello. Poco a poco llega a la red y estalla la locura. El minuto
116 no lo olvidará nadie. Es el minuto del ¡INIESTA
DE MI VIDA! El momento de alcanzar la cima del fútbol. El momento de la
recogida de tantos años de sufrimiento y de esperanza. El momento de los campeones del mundo.
Sí, España
campeona del mundo. Nadie apostaba por esto pero se consiguió. España entraba en la historia de los Mundiales a lo grande y escribió su nombre a fuego para que nadie lo olvidara. El buen fútbol,
el juego limpio y unos jugadores espectaculares fueron la receta del éxito. Una
receta que han tratado de imitar, pero que nadie ha logrado alcanzar.